En estos días de fasto genuino por el Bicentenario de
Algo es innegable: el conocimiento de nuestro pasado es deficiente. Tanto Guillermo Furlong S.J. como Sigfrido Radaelli, distinguidos historiadores del pasado rioplatense, esperan ser reeditados. Para ceñirnos a Radaelli, éste fue el editor-en 1945- de las Memorias de los virreyes del Río de
Los virreyes no estaban obsesionados por el aplauso universal, ni por campeonatos de fútbol, ni por ser París en Sudamérica, ni por la belleza de las argentinas, ni por ser los mejores del mundo. Eran saludablemente modestos y no ocultaban, en su rendición de cuentas, las dificultades o problemas por solucionar. Ya con este rasgo de transparencia institucional de rendir cuentas, hay bastante para pensar a la luz –o a la sombra- de nuestros días. Lisarda
Memoria del Virrey Avilés (1801)
Este es el segundo mando que tengo la satisfacción de entregar a V.E. cuya notoria ciencia gubernativa y política irá corrigiendo los errores que pueda haber cometido en los dos años y dos meses que he gobernado este virreynato (…)
Este virreynato de las Provincias del Río de
El alma de todos estos manejos, no es otra cosa que querer algunos hacendados dilatar sus posesiones a lo infinito, apoderándose con usurpación de aquellas pingües tierras que verdaderamente son de los indios (…)
A pesar de que estas remesas de víveres se preparan y verifican con las formalidades de estilo, no se debe confiar en el proceder de los proveedores, cuya codicia es horrorosa, según lo he observado durante mi gobierno (…)
Aunque parezca intempestivo, no puedo dejar de decir a V.E. que he visto en algún papel de los que versan en materia de indios, pretender que estos manifiesten documentos de propiedad de sus terrenos, cuando ellos tienen a su favor una posesión tan antigua, como lo es la población de estos reinos; y quienes, en competencia de estos naturales, deben manifestar legítimo título de dominio, son los españoles que litigan con ellos, pues no trajeron de España las tierras que ocupan, o pretenden (…)
Las cajas de Oruro están en miserable estado de confusión y desorden, que cada día se enreda más y mientras no se halle una persona de perfecta inteligencia en estos manejos, que sea de una pureza incorruptible, y que no sea fácil de seducir por otros atractivos, y a este se remita con toda la autoridad a separar a los que estorben, no se conseguirá otra cosa que la continuación del robo que está sufriendo la real hacienda y disensiones que de las parcialidades se han originado (…)
Nuestro Señor guarde a V.E. muchos años. Buenos-Ayres, 21 de Mayo de 1801.
As conquistas são sempre selvagens em um mau sentido. Minha bisavó paterna era índia. Não sobrou nada de sua cultura. Nada.
ResponderExcluirBípede, concordo totalmente.
ResponderExcluir