La vida empieza a correr
de un manantial, como um río;
a veces, el cauce sube,
a veces, ele cauce sube,
y otras se queda vacío.
Del manantial que brotó
para darte vida a ti,
ay, ni una gota quedó
para mí:
la tierra se lo bebió.
Aunque tú digas que no,
el mundo sabe que sí,
que ni una gota quedó
del manantial que brotó
para darte vida a ti.
Grande, Bípede, por a escolha!
ResponderExcluirLindo!
ResponderExcluirBeijo krida.