A gata que eu tive
- branca, amarelada e cinzenta -
deixei em meu coração.
Ela fugiu, não sei pra onde
e a deixei em fotos
no local de trabalho do computer.
Nunca me esqueço de pensar nela
que sumiu há sete anos.
Sempre fui louca por gatos.
Seu nome era Nini.
Eu nunca tive uma gata que sumiu... Deve ser muito triste, mas eu amei o poema.
ResponderExcluirBeijinho.
Tuca, gracias por tu paso por "el Almacén" Tus espacios también me gustan, hay poesía ternura y buen humor, una combinación que me chifla.
ResponderExcluirTuve una gata siamesa, un poco loca, pero era mi sombra, me hacía reír, me dejaba darle mimos y hasta disimulaba que estaba domesticada. Así que tu poema me ha conmovido.
Ella se llamaba Nina, y estuvo casi 14 años conmigo. Nunca habrá una gata como ella.
Un beso,